
Esa noche me soñé...después de tanto tiempo. Me encontré con el alma difusa y mi reflejo fuera de foco. Noté una sensación de perfecta imperfección, descubrí con la misma inutilidad sospechosa, de adquirir un extraño sobresalto...el cuerpo estaba roto.
Aquello debía pasar, coloqué la alarma para prevenir lo que esperaba, pero no soy de adelantarme a los echos, asique me negué.
Llevaba entre manos un insomnio dormido, propio de mí, cualquier pensamiento podía desvelarme, asique provoqué mi inquietud.
Aquellos sueños surgieron, a cualquiera le pudo aver llamado la atención, pero para mí, ya era costumbre...por eso estoy acá.
Hay señales del cuerpo que se lanzan en la noche incómoda, permanecí esperando a que el silencio apuñale esos sueños y dejen caer gota a gota, mi cuerpo cansado sobre la cama.
(a.m)
(Foto editada - a.m 2008)
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